Gestión de problemas de rendimiento
![]()
El empleado que se queja habitualmente puede ser uno de los empleados más difíciles. Responderá a cualquier decisión o sugerencia con críticas improductivas y predecibles. Todos sabemos que el quejica crónico no tiene justificación y sus quejas no suelen ser interesantes. La respuesta común a un quejica crónico es el silencio. La gente mira a otro lado y se muerde la lengua en vez de hacerle caso, pero hay que hacérselo, o su negatividad se extenderá.

El empleado que se queja habitualmente puede ser uno de los empleados más difíciles. Responderá a cualquier decisión o sugerencia con críticas improductivas y predecibles. Todos sabemos que el quejica crónico no tiene justificación y sus quejas no suelen ser interesantes. La respuesta común a un quejica crónico es el silencio. La gente mira a otro lado y se muerde la lengua en vez de hacerle caso, pero hay que hacérselo, o su negatividad se extenderá.